En el mundo de la automatización industrial, dos sistemas de control son los más importantes: el controlador lógico programable (PLC) y el sistema de control distribuido (DCS). Si bien a veces se solapan, cada uno domina su propio dominio. Comprender sus fortalezas es clave para seleccionar la tecnología adecuada para su aplicación. En pocas palabras, piense en el PLC como un "Ejecutor eficiente" y en el DCS como un "Cerebro coordinador". El PLC: el maestro del control discreto Un PLC es una computadora robusta diseñada para un control lógico y secuencial rápido y determinista. Su arquitectura modular, que incluye una CPU, módulos de E/S e interfaces de comunicación, lo hace increíblemente ágil, flexible y fiable. Los PLC son excelentes para controlar máquinas individuales o celdas de producción específicas. Escenarios típicos de aplicación de PLC: Fabricación discreta: Automotriz: Control de robots de soldadura, secuenciación de cintas transportadoras y brazos de ensamblaje. Marcas como Siemens (con su Serie S7-1500 ) y Allen-Bradley (AB) (con ControlLogix) son estándares de la industria aquí, proporcionando el procesamiento de alta velocidad necesario para lograr precisión y rendimiento. Embalaje: Operación de llenadoras, etiquetadoras, paletizadoras y envolvedoras retráctiles. Máquinas herramientas: gestión del control del husillo, cambio de herramientas y sistemas de refrigeración en máquinas CNC. Infraestructura y automatización de edificios: Control de ascensores: una aplicación clásica para controlar el movimiento, la nivelación del piso y el funcionamiento de las puertas. Sistemas de tráfico: control de puertas de andén ferroviarias y semáforos. Control de unidades en plantas de proceso: Incluso en industrias dominadas por DCS, los PLC manejan unidades auxiliares como sistemas de soplado de hollín de calderas o ciclos de retrolavado de filtros de tratamiento de agua. El DCS: El maestro del control de procesos Un DCS es una red de controladores distribuidos por toda una planta, pero gestionados desde una ubicación central. Su filosofía es «control descentralizado, gestión centralizada». Es inigualable en la coordinación y optimización de procesos complejos y continuos que involucran numerosas variables interconectadas. Escenarios típicos de aplicación de DCS: Industrias de proceso (El campo de batalla del DCS): Petróleo y gas: Gestión de unidades de refinería a gran escala, como la destilación de crudo y el craqueo catalítico. El sistema Ability™ 800xA de ABB y el Experion® de Honeywell son líderes en este entorno de alto riesgo. Productos químicos: Control de reactores para la producción de fertilizantes o polimerización de polímeros. Generación de energía: Coordinación de calderas, turbinas y generadores en centrales térmicas. La seguridad y la fiabilidad son primordiales. Productos farmacéuticos: regulación de la producción de biofermentadores e ingredientes farmacéuticos activos (API) bajo estrictas pautas GMP. La convergencia: lo mejo...
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